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Auditoría de Gestión al Conocimiento: ¿necesaria o complementaria? (página 2)



Partes: 1, 2

Auditoría de Gestión
al Conocimiento y
el Capital
Intelectual
: es el examen de las acciones que
se realizan en una entidad para lograr con economía eficiencia y
eficacia, el
desarrollo de
la información de manera efectiva y el logro
de tareas  y actividades complejas; teniendo en cuenta que
este conocimiento puede convertirse en el capital
intelectual  que daría a la empresa la
ventaja competitiva  en el mercado.

Luego de repasar los principales conceptos que serán
tratados en
la
investigación pasaremos al objetivo de la
misma, buscar la relación existente entre la Auditoria de
Gestión y el
Conocimiento y el Capital Intelectual.

Siempre que se traten de relacionar  varios conceptos se
debe comenzar por la interrelación de los objetivos o
metas que persiguen cada una de estos elementos. Por tal
razón abordaremos los objetivos de la Auditoría de Gestión y la
importancia del Conocimiento. Luego emprenderemos la investigación más profunda de lo ya
conocido del tema de Auditoría de Gestión al
Conocimiento y el Capital Intelectual.

Objetivos
de
la Auditoría de Gestión

  1. Medir y comparar los logros alcanzados por las entidades en
    relación con las metas y objetivos previstos, lo cual
    permitirá promover la aplicación de las
    recomendaciones necesarias, al amparo de
    los principios de
    Economía, Eficiencia y Eficacia.
  2. Enfatizar la importancia de poseer un sistema de
    control
    interno que promueva el logro de los objetivos y metas de
    la entidad, la detección temprana de desviaciones o
    áreas susceptibles de mejoras en los procesos
    productivos, administrativos y de servicios, y
    la aplicación de las medidas que sean necesarias de
    manera oportuna.
  3. Promover la cultura de
    la responsabilidad en la gestión
    pública, es decir, la obligación ética,
    moral y
    legal que tienen los funcionarios públicos de rendir
    cuenta a la sociedad,
    sobre lo que han hecho o están haciendo con los fondos y
    recursos que
    han puesto a su disposición para su administración, distribución y custodia.
  4. Promover en las entidades el mejoramiento de la
    formulación de sus presupuestos, con miras a lograr una mayor 
    economía, eficiencia y eficacia en su
    ejecución.
  5. Difundir la necesidad de poseer sistemas
    integrales
    de información y comunicación que faciliten la medición del desempeño de la entidad, tanto desde el
    punto de vista administrativo como organizacional, y sirvan de
    apoyo a los administradores en la toma de
    decisiones adecuadas.

Tomado de la guía metodológica auditoria de
gestión Resolución no. 26/06 MAC

Importancia del Conocimiento y el Capital
Intelectual en la empresa

Si efectuamos una rápida revisión a la literatura especializada, la
mayor parte de los autores hablan, inciden, o dejan entrever, la
importancia que los activos
intangibles tienen en el Capital Intelectual. Así, Johnson
y Kaplan (1987) afirman que "el valor
económico de una organización no es únicamente la
suma de los valores de sus
activos tangibles (…) sino que también incluye el
valor de activos intangibles como el stock de productos
innovadores, el conocimiento de procesos de producción flexibles y de alta calidad, el
talento de los empleados, la fidelidad del cliente, la
sensibilidad hacia el producto, la
confianza en los proveedores,…".

 En esta línea, Stewart (1997) define el capital
intelectual como "el material intelectual que ha sido
formalizado, capturado y gestionado para crear bienestar a
través de la producción de activos de mayor valor".
Finalmente, Bueno (2003), refiriéndose a los principales
enfoques existentes en el ámbito del knowledge management
(Gestión del
Conocimiento), defiende que existe un enfoque,
específico del capital intelectual, que "pretende
presentar los modelos para
la identificación y medida del conjunto de activos
intangibles que componen, según diferentes bloques o
sistemas, el capital intelectual de las organizaciones".

El capital intelectual es la principal fuente de riqueza de
nuestras empresas es
totalmente lógico que la dirección de las mismas preste una atención especial a la gestión
eficaz de dicho capital intelectual. Así pues la capacidad
de identificar, auditar, medir, renovar, incrementar y en
definitiva gestionar estos activos intelectuales
es un factor determinante en el éxito
de las empresas de nuestro tiempo
manteniendo la economía, eficiencia  y eficacia de
los procesos.

La Auditoría
de Gestión, el Conocimiento y el Capital
Intelectual

Pudieran mencionarse muchos mecanismos, técnicas y
métodos
para lograr una eficiente y eficaz gestión en la empresa, pero
si las entidades comienzan a cambiar sus conceptos de valor
 y a definir como la base de su organización otros
aspectos como los seres humanos y su conocimiento, conocidos este
como capital intelectual, entonces las acciones para el
cumplimiento de metas y objetivos, se transforman en la
búsqueda de resultados que satisfagan a estos activos
más preciados y por ende su control es cada
vez más complejo.

La Auditoría no está ajena a este cambio, pues
la gestión en la auditoría ya viene hace un tiempo
tratando al ser humano como un eslabón imprescindible en
el cumplimiento de las metas que se trace la empresa.

Entre los objetivos la Auditoría de Gestión,
está el de promover el logro de los objetivos y metas
mediante un adecuado sistema de control interno, es evidente que
dicho control interno, ejecutado por el personal de la
empresa, con  un alto nivel de conocimiento de la
organización y del negocio, proveerá de
resultados cada vez más eficientes y eficaces.

Otro de los objetivos de la auditoría es el de
gestionar un buen sistema de
información integral que garantice el conocimiento de
los resultados y metas a cumplir, además de toda la
información necesaria para el enriquecimiento del capital
intelectual con que cuenta la entidad.

Cuando se relacionen los objetivos de la auditoría con
el conocimiento de los trabajadores de la empresa no debemos
olvidar que, la auditoría de gestión persigue el
mejoramiento de la planificación de los presupuestos y
acciones del período auditado y si esta
planificación esta realizada por el  personal
capacitado, que está en constante preparación y
actualización sobre el tema de la planificación y
del desarrollo del negocio en el mercado, los resultados
serán cada vez mejores, asegurando la economía de
los procesos.

Pero para la realización de una auditoría de
gestión al conocimiento y al capital intelectual de 
una empresa,
debe, en primer lugar, estar definido el capital intelectual de
la entidad y los activos intangibles que lo conforman, de acuerdo
con  los criterios de los más conocedores del negocio
y de la empresa que aseguran que dichos aspectos son los que
establecen las ventajas competitivas frente al mercado.

Este elemento de identificación  aún no
está definido como una metodología  única, que
establezca para todas las entidades cuales son sus activos
intangibles o capital intelectual y cuanto valen.  Por tal
motivo a continuación abordaremos los modelos más
conocidos a nivel mundial que pudieran formar parte de este
primer paso de identificación y medición por tanto
sentar las pautas para su revisión y control.

Gestión del
Conocimiento

Métodos

La empresa no solo debe gestionar su conocimiento
eficientemente sino cuantificarlo mediante herramientas
de medición del capital intelectual organizativo. Estas
mediciones son de interés
tanto desde el punto de vista interno (posibilita la mejora de la
eficiencia organizativa) como externo (los
"stakeholder"(accionistas)- grupos
interesados en la empresa- obtienen una valoración
más completa de la empresa).

La búsqueda de metodologías y modelos que
contribuyan a mejorar la capacidad de gestión del Capital
Intelectual se han realizado en los últimos años
numerosos esfuerzos, aunque con éxito relativo, debido sin
duda a la propia naturaleza
intangible de estos activos y, sobre todo a que cada negocio
específico tiene su combinación particular de
conocimientos clave de éxito en función de
los objetivos a conseguir y de la situación del
mercado.

Dentro de la literatura se clasifica a los activos en dos
tipos: tangibles e intangibles. Tradicionalmente los activos
tangibles (capital físico y financiero) constituían
el activo más preciado de las empresas.

El conocimiento organizativo se mide a través del
capital intelectual de la organización. Para la empresa
sueca Skandia (pionera en el desarrollo de herramientas de
medición de los activos intangibles) el capital
intelectual es "la posesión de conocimientos, experiencia
aplicada, tecnología
organizacional, relaciones con clientes y
destrezas profesionales que dan a Skandia una ventaja competitiva
en el mercado".

Uno de los enfoques iniciales para medir el capital
intelectual fue emplear la "q de Tobin", técnica
desarrollada por el Premio Nobel James Tobin, que mide el ratio
entre el valor de mercado y el valor de reposición de sus
activos físicos. Las empresas intensivas conocimiento,
como Microsoft,
tienen unos valores de "q" superiores que aquellas empresas que
están en industrias
más básicas (Bradley,1997).

Edvinsson y Malone (1997) proponen una ecuación para
calcular el Capital Intelectual de la empresa, de modo que se
puedan realizar comparaciones entre empresas:

Capital Intelectual Organizativo = i x C, i = (n/x)

C es el valor del capital intelectual en unidades monetarias,
i es el coeficiente de eficiencia con que la organización
está utilizando dicho capital, n es igual a la suma de
los valores
decimales de los nueve índices de eficiencia propuestos
por estos autores, y x es el número de esos
índices.

El Cuadro de Mando
Integral recoge las medidas del grupo de
empleados, el más difícil de medir, a través
la productividad,
las personas, y los procesos. Cada organización tienen
múltiples «stakeholders» o grupos de
individuos con los que interacciona para desarrollar sus negocios, y
como señala Kaplan y Norton (1993) en los últimos
años los modelos de «stakeholders» (grupos de
personas que tiene interés en la empresa, como los
empleados, clientes e inversores) se han traducido en marcadores
equilibrados.

 Como señala Kaplan y Norton (1992, 1993 y 1996)
la premisa sobre la que se construye el Cuadro de Mando Integral
es que para tener una organización con éxito se
deben satisfacer los requisitos demandados por tres grupos de
individuos: 1) los inversores, que requieren rendimientos
financieros, medidos a través de la rentabilidad
económica, el valor de mercado y cash flow;

2) los clientes, que exigen calidad, medida a través de
la cuota de mercado, el compromiso y retención del
cliente, por ejemplo;

3) los empleados, que desean un lugar de trabajo
próspero, que se puede medir como las acciones de los
empleados y la organización.

Añade, junto con las medidas financieras, medidas para
los clientes, los procesos internos y la innovación.

El Monitor de
Activos Intangibles (Intangible Assets
Monitorá„¢). Esta herramienta constituye una
teoría
de flujos y stocks (Sveiby, 1999) cuyo objetivo es guiar a los
directivos en la utilización de activos intangibles,
identificación de flujo y renovación de los mismos,
así como evitar su pérdida. Se centra en tres
activos intangibles (Activos de estructura
externa, activos de estructura interna, y activos de capacidad de
las personas), aceptando los indicadores
financieros existentes.

El Modelo de
Dirección Estratégica por Competencias
(Bueno, 1998) está integrado por cuatro bloques (Capital
organizativo, capital humano,
capital tecnológico y capital relacional), que reflejan
los tres pilares básicos de la Dirección
Estratégica por Competencias: 1) Conocimientos (Co), 2)
Capacidades (Ca), y 3) Actitudes y
Valores (A), que constituyen la competencia
básica distintiva. Para el calculo del capital
intelectual, propone la siguiente fórmula:

Annie Brooking, fundadora y directora de la Consultoría The Technology Broker (Reino
Unido), lider en servicios de desarrollo del Capital Intelectual,
desarrolla un modelo de medición de activos
intangibles

El Capital Intelectual esta formado por cuatro
categorías de activos (Brooking, 1996): activos de mercado
(marcas, clientes,
imagen,
cartera de pedidos distribución, capacidad de
colaboración, etc.) activos humanos (educación,
formación profesional, conocimientos específicos
del trabajo, habilidades), activos de propiedad
intelectual (patentes, copyrights, derechos de diseño,
secretos comerciales, etc.) y activos de infraestructura
(filosofía del negocio, cultura
organizativa, sistemas de
información, bases de datos
existentes en la empresa, etc).

Al igual que en el Modelo de Skandia, el Modelo Technology
Broker supone que la suma de activos tangible más el
Capital Intelectual configuran el valor de mercado de una
empresa. Este modelo, a diferencia de los anteriores, revisa una
lista de cuestiones cualitativas, sin llegar a la
definición de indicadores
cuantitativos, y además, afirma que el desarrollo de
metodologías para auditar la información es un paso
previo a la generalización de la medición del
Capital Intelectual.

¿Cómo realizar una
Auditoría de Gestión al
conocimiento?

Luego de la presentación de algunos de  los
modelos de definición, gestión y medición
del capital intelectual de la empresa, pues podemos concluir que
aún hay mucho que descifrar en este tema, pero si queda
claro que el capital intelectual está compuesto por los
activos intangibles presentes en a entidad, tanto interna como
externamente.

Por tal motivo la autora sugiere que se incluyan tales
indicadores en los procedimientos y
programas,
para auditar la gestión del conocimiento, no sin antes
 delimitar los activos intangibles que se
medirán.

A continuación, describimos cada clase de
activo intangible, existen varios criterios aunque se exponen una
serie de
indicadores propuestos por Pucich para cada uno de ellos,
pues el autor desarrolla con más detalles varios
índices que miden la economía, eficiencia y
eficacia de la empresa.

Activos Intangibles de Recursos Humanos

*           
Conocimientos y habilidades de los empleados. Dentro de los
Activos Intangibles de Recursos
Humanos, los más importantes son los conocimientos y
habilidades de los empleados. Para medirlos, puede utilizarse el
nivel de titulación alcanzada, las calificaciones
profesionales y los conocimientos técnicos. Como en la
plantilla se producen altas y bajas, es frecuente presentar estos
datos
en forma de incremento o disminución.

Otros
indicadores utilizados para identificar y medir este tipo de
activos intangibles son los años de experiencia
profesional… Existen
indicadores del gasto que realiza la empresa en capacitación
y el tiempo que dedican los empleados a esta actividad. Para
medir la eficiencia,
se utiliza el valor añadido por empleado. Es frecuente
obtener indicadores de estabilidad como índices de
rotación de los empleados o el número medio de
años que permanecen en la empresa.

Pucich y otros (2001) proponen los siguientes indicadores
específicos para medir los activos intangibles
relacionados con recursos humanos, así:

·                    
Porcentaje de empleados que saben cuál es su trabajo y
conocen de que modo contribuyen a la consecución de los
objetivos de la organización.

·                    
Existencias de políticas
de
promoción, ascenso y recompensa a los empleados por la
utilización de sus conocimientos y habilidades, por sus
conexiones, por potenciales clientes y por innovaciones que
propongan y resulten en un beneficio para la empresa.

·                    
Porcentaje de empleados que posean título universitario,
terciario, secundario. Este indicador permitiría informar
acerca de la
evolución de la capacitación de los recursos humanos de la
organización y el nivel de motivación para el progreso.

·                    
Bajas voluntarias sobre número de empleados. Este
indicador mide la rotación del personal.

·                    
Quejas del personal
sobre número de empleados. Tanto si se quejan por que hay
"demasiados empleados" como si hay "muy pocos" empleados.

·                    
Sugerencias del personal sobre número de empleados.

 Activos Intangibles de Estructura Interna

Los activos intangibles de estructura interna se refieren a la
estructura organizativa formal e informal, a los métodos
y procedimientos de trabajo, a los sistemas
de dirección y gestión, la
cultura de la empresa y la filosofía de
gestión. El análisis de la cadena
de valor proporciona una guía para su medición.
Los más comunes son la organización de los sistemas
de información y los índices relacionados con
la investigación y desarrollo que realiza la empresa.

La organización de los sistemas
de información. La empresa puede tener un activo
intangible en la organización de sus sistemas
de información, software,
bases de datos o el uso
eficiente de tecnologías de
la comunicación. Podemos comparar el uso diferente que
dos empresas o personas hacen del mismo equipamiento
informático: para unos puede ser una carga mientras que
para otras puede ser una ventaja estratégica, un
activo.

Para valorar su capacidad, se utilizan indicadores que
analizan la utilización de la tecnología de punta
en la empresa, el uso de Intranet,
los beneficios que se obtienen de estos sistemas, etc.

Investigación y desarrollo. La investigación y
desarrollo es también un activo intangible para la
empresa.

Pucich y otros (2001) proponen como indicadores de estructura
interna aquellos que miden el aprovechamiento de la tecnología
de información y los indicadores de
innovación.

Activos Intangibles de Estructura Externa

Se refieren a los recursos de mercado, la clientela de la
empresa y las relaciones y alianzas que ha desarrollado la
organización.

Las marcas tienen un valor económico incuestionable por
lo que son factores que cada vez adquieren más fuerza
como elementos de negociación.
Cuando se presentan batallas por la adquisición o fusión
de grandes empresas, las marcas representan los activos
intangibles más valiosos que adquieren relevancia ante la
inminencia de traspaso de acciones.

Clientela de la empresa. Otro activo intangible muy importante
que se suele incluir en este
grupo es la clientela de la empresa: su fidelidad,
satisfacción, importancia o reputación. Como
indicadores para medir este intangible, se pueden utilizar
índices de satisfacción del consumidor
obtenidos a partir de
encuestas propias de la empresa o llevadas a cabo en el
sector por empresas independientes.

Otros indicadores tratan de medir la fidelidad de la
clientela, valorando el porcentaje de ingresos
procedentes de clientes antiguos, los clientes que se han perdido
o la duración media de la relación con un cliente.

También es interesante conocer el tiempo medio desde
que se contacta con un cliente
hasta que se produce la venta,
el porcentaje de peticiones de información que se
convierten en pedidos, los pedidos acumulados, los ingresos
por número de clientes o el porcentaje de ingresos que
proceden de los mayores clientes. Para medir la calidad
de la clientela se puede valorar el crecimiento en porcentaje de
clientes famosos o relevantes que contribuyen a mejorar la
imagen
de la empresa.

Para medir la satisfacción del consumidor,
pueden utilizarse
encuestas dirigidas a sectores, similares a las que valoran a
los líderes políticos.

Relaciones y alianzas. Las relaciones con los
proveedores, bancos,
políticos, instituciones
y accionistas son también activos intangibles externos. Se
consideran en este
grupo también los acuerdos de cooperación y
alianzas estratégicas, tecnológicas, de
producción y comerciales. Algunas empresas pueden tener en
su canal de distribución
un verdadero activo intangible.

Pucich y otros (2001), proponen algunos indicadores de
estructura externa, los cuales han agrupado en tres tipos:
indicadores que miden la clientela y la fuerza
de ventas; los
que miden la posición competitiva y los que miden la
calidad del
servicio brindado.

La enumeración precedente de indicadores no pretende
estar agotada, dado que cada sector, actividad u
organización podrá contar con una variedad propia
de acuerdo a sus características.

Luego de exponer las definiciones e índices,
 queda demostrado que muchos de los indicadores que se
proponen para la medición del capital intelectual se
asemejan mucho a los indicadores de
gestión que se aplican en cada una  de las
áreas auditadas.  Si se puede realizar una
auditoría de gestión al conocimiento, ya sea por la
revisión y control de alguno de los modelos de
medición ya mencionados o la inclusión en los
programas de la auditoría que se practique el cálculo y
seguimiento de alguno de los índices o indicadores ya
presentados.

Podemos concluir entonces que:

1.       Actualmente las
empresas reconocen la importancia del aprendizaje
organizativo, que incluye aprendizaje a nivel individual, de
grupo y de organización.

2.       El enfoque del
conocimiento permite integrar conocimientos dispersos a nivel
individual, mediante un proceso de
intercambio de experiencias (socialización), y de sistematización
de conceptos en sistemas de conocimiento
(combinación).

3.       Cada empresario
debe hacerse arias preguntas que lo ayudarán a mantener
una adecuada gestión del conocimiento en su empresa,
siendo capaz de desarrollar con economía, eficiencia y
eficacia todos los procesos, objetivos y metas que se proponga.
Tales preguntas son:

*           
¿Sabe qué conocimiento posee su
organización?,¿Quiénes lo
tienen?;¿Cómo conseguirlo?;¿Qué
cantidad de conocimientos se produce en los clientes?;… y en
los proveedores?;… y en la competencia?;… y en el entorno en
general

4.       La Auditoría
sería una herramienta imprescindible para definir y
gestionar el capital intelectual de la empresa.

5.       La Auditoría de
Gestión  utiliza para su puesta en marcha los modelos
de activos intangible conocidos, que de conjunto
garantizarán la economía, eficiencia y eficacia del
negocio y de la sociedad en general.

Bibliografía

1.      
Capital intelectual y generación de valor. Dr.
 José Germán Altuve Godoy

  1. Importancia estratégica de la medición del
    capital intelectual en las organizaciones Dra. Patricia
    Ordóñez de Pablos
  2. El capital intelectual como diferencia entre los activos y
    los pasivos intangibles Dr. José Miguel Rodríguez
    Antón
  3. Gestión del capital intelectual Viedma, J.M.
    (1998).
  4. La Gestión del Conocimiento en la
    Organización. Dra. Elvira Armada 2004
  5. La Gestión del Conocimiento. Lic.Alonso Pérez
    Soltero. Universidad
    de Sonora. México
  6. Gestión del conocimiento. G.E.Ge.Co
  7. Selección de Temas Auditoría de
    Gestión. Facultad de Contabilidad
    y Finanzas.
    Universidad de la Habana. 

 

 

 

 

 

Autor:

Lic. Frida Ruso Armada

Fac. Contabilidad y Finanzas

Partes: 1, 2
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